Circunstancias que pesan demasiado como para seguir viviendo del mismo modo. ¿Quién no ha sentido alguna vez la necesidad de dejarlo todo y marcharse al desierto? ¿De borrar todas las huellas y escabullirse en las propias entrañas de las dunas? Un poeta, un pintor y una mujer; testimonios del blanco, de la sal, del desierto como metáfora de un espacio interior intacto. Como punto de partida en el que lo accesorio se desvanece para dar paso a lo nuevo, a lo impredecible; procesos creativos en crisis, procesos vitales que tocan fondo en la textura áspera de la sal y de la arena.
Se trata de una pieza muy arraigada a la tierra de Mallorca que recupera a través del vídeo y la proyección el paisaje de Ses Salines, en concreto las salinas de Sa Vall, que son las segundas más antiguas del mundo (s. IV a.C.), ya que fueron los mercaderes públicos los que iniciaron su explotación. La sal siguió siendo el principal motivo de interés para los romanos, bizantinos, árabes y cristianos. Por su importancia, estas mismas fuentes salineras explicarían el origen etimológico del municipio. Su extracción se realiza aún hoy en día utilizando los métodos tradicionales durante el mes de agosto.
Por otra parte, la pieza recoge la figura del poeta mallorquín Damià Huguet, que teje un encantador marco visual.
Géneros: Teatro, Nuevas dramaturgias, Teatro visual, Danza
La compañía Concha Vidal percibe la performance, la práctica estético-escénica como una urgencia, como una filosofia de vida. El color rojo hace de hilo argumental que remite a lo esencial, al deseo, a lo más doloroso debido a su profundidad. El espectáculo se concibe como la (re)presentación de la verdad, com el lugar sagrado en el que se sacrifica lo circunstancial.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información.